Muertes anunciadas, muertes sorpresivas

La muerte y el amor son por entero carnales; de ahí su gran magia y terror. jamás pueden ser contados. No se los puede poner en palabras. Y el amor inesperado, como la muerte inesperada, nos dejan con la sensación de habernos topado con el árbol del bien y del mal, las puertas del abismo y la libertad, con algo ya sabido, y al mismo tiempo, muy desconocido.
G. Roheim

La muerte es algo que siempre acontece. Cuando aparece coloca al hombre ante la imagen de la finitud, ante la vivencia de los tiempos concluidos y de las vidas agotadas.

Sin embargo, por alguna razón, la humanidad ha emprendido siempre la búsqueda de puertas de escape a la clausura de la muerte. El "más allá", la "reencarnación", la inmortalidad y mil formas más que intentan dar razón y sentido a este día de colegio que es cada existencia. Pero lo cierto es que, aunque continuemos, hay siempre una encrucijada en donde la muerte es límite.

La muerte siempre ocurre. Esun hecho ineludible, y al tener que enfrentarse con lo cotidiano de la muerte el hombre se vio impelido a tener que aprender, a lo largo de su evolución, a plantear este tema desde otros ángulos y perspectivas.

Una es, por ejemplo, decir que lo importante no es la muerte sino cómo se vive la muerte. Vivir la muerte,que es lo mismo que plantear (a la manera de Sartre) que la muerte no es algo que nos sucede sino lo que hacemos con lo que nos sucede.

Introducir conciencia en la muerte es un tema que ha preocupado en las últimas décadas a muchos pensadores y conlleva el abordar las actitudes del hombre frente a ella. Porque es bien cierto que cada cual, frente a la muerte, es "alguien diferente", que la muerte siempre singulariza y dramatiza el recorrido de una vida.

"Murió como vivió", suele decirse a esa coherencia de historia y final de una existencia. Pero tras esa diversidad pueden encontrarse ciertas regularidades, ciertas posturas del hombre frente a la certeza próxima del final de sus días carnales. La conciencia de la muerte no es entonces una cuestión menor. En los umbrales de la "partida", ser consciente de que se está partiendo permite una mirada diferente. Morir es romper con los lazos que nos atan y frente a ese acontecimiento, suceso, experiencia, partida y concienciase responde de muchas maneras, algunas de las cuales vamos a analizar a lo largo de este capítulo.