Las Seis Paramitas del Budismo Mahayana: El Camino del Bodhisattva: Acerca de las virtudes, perfecciones o actitudes de largo alcance

Las seis actitudes de largo alcance son estados mentales que nos guían en el camino a la liberación y a la iluminación. Como antídotos de algunos de nuestros mayores obstáculos mentales (enojo, codicia, celos, pereza y demás) las seis actitudes trabajan juntas, permitiéndonos hacer frente a todo lo que la vida nos arroja. Al desarrollar estas actitudes, de forma lenta pero segura podremos desarrollar nuestro potencial pleno, produciendo el beneficio máximo tanto a nosotros mismos como a los demás.

Etimología de paramita

El término pāramitā, comúnmente traducido como "perfección", tiene dos etimologías. El primero deriva de la palabra parama, que significa "más alto", "más distante" y, por lo tanto, "jefe", "primario", "más excelente". Por lo tanto, lo sustantivo puede convertirse en "excelencia" o "perfección". Esta lectura es apoyada por el Madhyāntavibhāga (V.4), donde las doce excelencias (parama) están asociadas con las diez perfecciones (pāramitā). Una etimología más creativa pero ampliamente divulgada divide pāramitā en pāra y mita, con pāra que significa "más allá", "el banco, orilla o límite", y mita, que significa "lo que ha llegado", o ita significa "lo que va. " Pāramitā, entonces significa "lo que ha ido más allá", "lo que va más allá" o "trascendente". Esta lectura se refleja en la traducción tibetana pha rol tu phyin pa ("ido al otro lado").

Fuentes canónicas

En el Canon Pāli, el Buddhavaṃsa del Khuddaka Nikāya enumera diez perfecciones (dasa pāramiyo) como:

  • Dāna pāramī: generosidad, entrega de uno mismo
  • Sīla pāramī: virtud, moralidad, conducta apropiada
  • Nekkhamma pāramī: renuncia
  • Paññā pāramī: sabiduría, discernimiento
  • Viriya pāramī: energía, diligencia, vigor, esfuerzo
  • Khanti pāramī: paciencia, tolerancia, tolerancia, aceptación, resistencia
  • Sacca pāramī: veracidad, honestidad
  • Adhiṭṭhāna pāramī: determinación, resolución
  • Mettā pāramī: buena voluntad, amabilidad, bondad amorosa
  • Upekkhā pāramī: ecuanimidad, serenidad

A continuación, presentamos un resumen de "The Six Perfections" de Guen Lamrimpa.


Los seis paramitas

Primer Paramita
La actitud de largo alcance de la generosidad

La generosidad es el deseo de dar nuestro cuerpo, nuestras posesiones y nuestros potenciales positivos a los demás para su beneficio. El dar con la motivación de la bodhicitta es la perfección de la generosidad.

Hay tres (o cuatro) tipos de generosidad:

  • Dar posesiones materiales a aquellos que las necesitan.
  • Dar protección a aquellos que están en peligro.
  • Dar consejos sabios y enseñanzas del Dharma a aquellos que los necesitan.
  • Dar amor; esto es dar apoyo, ánimo, nuestro tiempo y servicios a los demás

Dar con pureza

La miseria y el apego son los principales factores que nos impiden ser generosos. Para trascenderlos tenemos que perder nuestra obsesión por los ocho intereses mundanos. Examina cómo los cuatro pares de intereses mundanos operan en tu vida. Utiliza ejemplos concretos en cada caso:

  • Tener apego a recibir posesiones materiales; aversión a no recibirlas o a estar separado de ellas.
  • Tener apego a los halagos y a la aprobación; aversión a la desaprobación o a que hablen mal de nosotros.
  • Tener apego a una buena reputación (esto es, tener una buena imagen ante los demás); aversión a poseer una mala reputación.
  • Tener apego a los placeres de los cinco sentidos; aversión a tener experiencias desagradables.

Piensa en las desventajas del apego con siguientes ejemplos. (Puedes agregar a la lista otras desventajas):

  1. El apego nos confunde, si nos aferramos a experimentar únicamente placer.
  2. Por querer obtener, proteger e incrementar los objetos a los que estamos apegados, manipulamos a otros, les mentimos, les hablamos agresivamente, los robamos, sostenemos relaciones sentimentales falsas y realizamos una gran variedad de otras acciones que los dañan.
  3. Estas acciones dejan impresiones kármicas negativas que nos llevan a experimentar dificultades futuras y que oscurecen nuestra mente para el entendimiento del Dharma.
  4. Debido a nuestro apego, cuando damos a los demás algo, lo damos con una intención errónea o de manera que no consideramos a los otros; por ejemplo, hacemos que los demás se sientan obligados hacia nosotros, los menospreciamos y esperamos recibir favores o aprecio de ellos en compensación, por lo que les dimos. También nos arrepentimos de lo que dimos, lo cual destruye el potencial positivo.
  5. Incluso cuando damos algo a los demás o los ayudamos, lo realizamos de manera interesada, porque tenemos apego a recibir halagos, aprobación, aprecio o buena reputación, lo cual corrompe nuestra motivación positiva.

Imagina que das a los demás especialmente aquellos objetos a los que estás más apegado. Imagina regalar tus posesiones materiales, el dinero; la ayuda y la protección; consejos del Dharma, sin usar términos técnicos; tu tiempo, tu amistad y tu apoyo. Piensa en que limpias los obstáculos que te impiden dar y en las ventajas del dar.


Segundo Paramita
La actitud de Largo Alcance de la Ética

La ética es la resolución de abandonar todas las acciones negativas o no virtuosas, y el deseo de no dañar a los que nos rodean, tanto por una acción física, como mental. La ética practicada con la motivación altruista de la bodhicitta se le considera como una actitud de largo alcance.

Hay tres tipos de actos éticos:

I. El acto ético que se compromete a abandonar las acciones destructivas

Esta es la práctica de vivir acorde con cualquiera de los preceptos que hemos tomado y también abstenerse de lleva a cabo las diez acciones destructivas. Las acciones destructivas que deben evitarse son las diez siguientes: matar, robar, tener sexualidad poco sabia, mentir, dividir a los demás a través de habla como el "chismear", emplear palabras hirientes o dañinas, hablar sin sentido, esto es parlotear, codiciar, pensar negativamente acerca de los demás y tener visiones erróneas, como considerar que los métodos y conocimientos del Dharma, no son benéficos y no conducen a liberar el sufrimiento del Samsara, no creer en el renacimiento, etc.

Para propiciar la motivación de abandonar las acciones negativas y para desarrollar la valentía de hacerlo, reflexiona en las nocivas consecuencias que tienen cada una de las acciones destructivas e imagina experimentarlas en ti mismo. Ahora piensa en una acción destructiva específica que hayas hecho y aplica en ella los siguientes puntos. Ejemplifica concretamente:

  1. El resultado maduro o total.
    <p>Considera cuál sería el cuerpo y la mente que tendrías, en un renacimiento futuro, el que correspondería a las acciones negativas realizadas ahora. Escoge una de las diez acciones destructivas e imagina el tipo de mente y cuerpo que daría como resultado, si cometieras tal acción.</p>
    </li>
    <li>
    <h5>El resultado que es similar a la causa.</h5>
    
    <ul><li>El resultado que es similar a la causa con relación a nuestras experiencias. Imagina experimentar alguna acción negativa que hayas hecho a otros.</li>
        <li>El resultado que es similar a la causa con relación a nuestro comportamiento habitual. Recuerda tu tendencia de actuar siempre de la misma manera, sobre todo, en aquellas circunstancias cuando actúas impulsado por tus hábitos negativos. De esta manera, comprende que cada vez que repites la misma acción creas más karma negativo para el futuro.</li>
    </ul></li>
    <li>
    <h5>El resultado en relación con el medio ambiente.</h5>
    
    <p>Considera que todas las acciones están relacionadas con el medio ambiente en el cual vives. Reflexiona en el tipo de medio ambiente que vas a vivir en el futuro, éste será el resultado de tus acciones presentes.</p>
    </li>
Poderes de oposición

Con base en la anterior reflexión toma la determinación de evitar hacer las diez acciones destructivas en el futuro y de purificar las impresiones negativas que hayan quedado de tus actos no virtuosos; para efectuar dicha purificación debes aplicar los cuatro poderes de oposición, que son:

  1. El arrepentimiento que no es culpa sino retractarse con honestidad de todas las acciones negativas cometidas, porque comprendes y sabes que todas ellas tienen consecuencias que no se pueden desvanecer por sí mismas.
  2. El restaurar la relación deteriorada con el Dharma, para lo cual debes refugiarte nuevamente, con sinceridad en el Dharma y desarrollar una intención altruista en todos los actos.
  3. El determinar no volver a cometer esa acción negativa en el futuro. Aquí señala el tiempo que te comprometes a no incurrir en esa acción.
  4. El realizar una acción de remedio, como hacer una práctica espiritual, un servicio a la comunidad o cualquier acción positiva que contrarreste la específica acción negativa efectuada.

Por otro lado, toma en cuenta que guardar los preceptos – por un día o por toda la vida – es muy efectivo para la práctica de una conducta ética, pues no sólo ayuda a purificar las negatividades pasadas, sino también previene de que nuevas negatividades surjan.

Las cuatro puertas

Para evitar que actúes destructivamente y lo hagas positivamente es importante que conozcas las cuatro puertas, a través de las cuales las faltas se cometen; así como, fortalecer los antídotos correspondientes, para que no incurras en ellas. Haz ejemplos concretos de tu vida sobre cada una de tus "puertas" e imagina que aplicas el antídoto específico. Las puertas y sus antídotos son los siguientes:

  1. La ignorancia que es desconocer lo que debes practicar y lo que debes de abandonar, y conocer el significado de todos los preceptos que has tomado. El antídoto es estudiar y aprender acerca de lo que desconoces y siempre recordar los preceptos que has tomado.
  2. La falta de respeto hacia los preceptos tomados y hacia la conducta ética. El antídoto es desarrollar respeto y apreciación por los preceptos que hemos tomado, vivir con una conducta ética y observar todos los beneficios que obtienen aquellos que actúan con ética pura.
  3. El descuido que es no tener atención en lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos, y tampoco preocuparnos de nuestra negligencia. El antídoto es tener atención de los preceptos y de las acciones positivas; estar alerta de todas las acciones que realizan nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra palabra, y ocuparnos conscientemente de éstas.
  4. La abundancia de actitudes perturbadas. Nuestras actitudes perturbadas – la ignorancia, el apego y la aversión – son tan fuertes y permanentes que nos sorprendemos a nosotros mismos haciendo lo que no desearíamos haber hecho. El antídoto es conocer de cada una de las actitudes perturbadas y aprender y a aplicar el antídoto para cada una de ellas; esto se logra, primero con la meditación y después llevar los resultados de la meditación, a la práctica de la vida diaria.

II. El acto ético que se comprometerse a hacer acciones constructivas

Piensa que cada vez que haces una acción positiva evitas una negativa, esta es una manera de efectuar hechos positivos. También actuamos constructivamente al realizar las diez acciones positivas que se oponen a las diez acciones negativas, por ejemplo: salvar una vida, respetar las posesiones de los demás, usar nuestra sexualidad sabia y bondadosamente, hablar con la verdad, crear armonía, hablar con generosidad y bondad, señalar las cualidades de los demás, hablar cuando es oportuno, ser generoso, desear ayudar a los demás, desarrollar visiones correctas.

  1. Haz ejemplos de situaciones que has vivido o vivirás y piensa cómo actuarías positivamente y cómo abandonarías alguna acción negativa. ¿Cuáles son las actitudes que deberías desarrollar para hacerlo? Piensa cómo las cultivarías y cómo renunciarías a cometer esa acción negativa.
  2. Imagina diversas situaciones en las cuales ejecutarías acciones positivas, acorde con las diez acciones positivas enumeradas. Ahora, siente que al actuar de esa manera.

III. El acto ético que se compromete a beneficiar a los demás

Haz la meditación del tomar y del dar; siente que mediante este proceso liberas a los demás de un sufrimiento específico, o de aquello que les impide lograr lo que buscan; e enfatiza el tomar y el dar a quienes:

  1. Están enfermos.
  2. Ignoran cómo ayudarse a ellos mismos y están confundidos y perturbados.
  3. Necesitan ayuda para alcanzar sus metas
  4. Están asustados o en peligro o a punto de ser lastimados, muertos o asesinados.
  5. Están afligidos porque sus familiares han muerto o porque han perdido su posición social.
  6. Están pobres y necesitados
  7. Aquellos que necesitan un lugar para vivir, como la gente pobre, los practicantes del Dharma y los viajeros.
  8. Aquellos que buscan la armonía y la reconciliación, porque han disputado entre sí.
  9. Aquellos que desean practicar el Dharma y vivir éticamente, acorde con el Dharma.
  10. Aquellos que actúan negativamente o están a punto de hacerlo (siente que los detienes antes de que lo hagan).

Tercer Paramita
La Actitud de Largo Alcance de la Paciencia

El enojo o la aversión surge hacia las personas, los objetos o hacia nuestro propio sufrimiento, porque exageramos las cualidades negativas de las personas, los objetos o las situaciones de la vida; o porque sobreponemos cualidades negativas a las personas, los objetos o las situaciones, atributos que no están ahí, no existen o no los tienen. Entonces, el enojo quiere dañar la fuente o el objeto que le produce irritación e infelicidad.

El enojo es un término genérico que incluye estar irritado, molesto, ser crítico, muy riguroso, beligerante u hostil.

La paciencia es la habilidad de permanecer imperturbado en el momento en que confrontamos un daño o un sufrimiento. Ser paciente no significa ser pasivo, mas bien es una actitud que aclara a la mente para que actúe de forma benéfica. La paciencia practicada con la motivación de la bodhicitta es la perfección de la paciencia.

A. La paciencia de no enojarse o no vengarse

Reflexiona en tus propias experiencias y examina si el enojo es destructivo o constructivo. Piensa y recapitula situaciones específicas de tu vida en las que has enojado, y pregúntate:

Ahora, medita acerca de la paciencia, utiliza situaciones concretas de tu vida, en las que estabas enojado.

  1. ¿Estoy feliz cuando estoy enojado?
  2. ¿Me comunico con efectividad con los demás cuando estoy enojado?
  3. ¿Cómo actúo cuando estoy enojado? ¿Cómo afectan mis acciones de enojo a los demás?
  4. Más tarde, cuando estoy calmado ¿Estoy conforme con lo que hice y con lo que dije cuando estaba enojado? o ¿siento remordimiento y vergüenza?
  5. Cuando estoy enojado ¿cómo me ven los demás? ¿El enojo promueve respeto mutuo, armonía y amistad?
  6. Por ejemplo, piensa en alguien que nos dice que tenemos una nariz o que tenemos cuernos. Con la naturalidad como nos damos cuenta que tenemos una nariz, debemos reconocer las faltas y errores cometidos; no hay necesidad de enojarse. Por otro lado, no nos debe importar si alguien nos culpa por algo que no hemos hecho, pues como si nos dijeran que tenemos cuernos en la cabeza; no hay razón para enojarse por algo sin fundamento.
  7. Examina cómo te involucrase en una situación, la cual tiene dos partes:
    • ¿Qué acciones hemos hecho recientemente que hayan contribuido a una discrepancia, disgusto o controversia? Al examinar nuestra conducta entendemos por qué la otra persona está disgustada.
    • Reconoce que las situaciones desagradables provienen de nuestros actos dañinos que hemos hecho a los demás en esta vida o en vidas anteriores. Al observar estos actos como la causa principal, aprendemos de nuestros errores pasados y nos determinamos a actuar de forma distinta en el futuro.
  8. Recuerda la bondad de tus enemigos. En primer lugar, piensa en alguien que señala nuestros errores y nos ayuda a conocerlos, para corregirlos y mejorar nuestra conducta. En segundo lugar, esta persona nos da la oportunidad de practicar la paciencia, cualidad necesaria para nuestro desarrollo espiritual.
  9. Examina las desventajas del enojo, de la envidia y de la codicia.
  10. Reconoce que la otra persona siente infelicidad y confusión, situación que la induce a lastimarnos; razón por la cual podemos simpatizar con ella y sentir compasión al ver su sufrimiento, en vez de enojarnos.

B. La paciencia de soportar el sufrimiento

  1. Recuerda que el sufrimiento es connatural a la existencia cíclica, así que mientras no estemos liberados es común que tengamos problemas. El Samasara es así. Por ello, acepta la situación presente.
  2. Mientras nos atraiga la existencia cíclica, vamos a continuar experimentado situaciones indeseables. Sin embargo, existe la posibilidad de alcanzar la iluminación; por ello, genera la determinación de ser libre de la existencia cíclica, de abandonar sus causas y de alcanzar la liberación.
  3. Utiliza el sufrimiento que tienes para contrarrestar tu orgullo e importancia personal. Si aún no estamos más allá del sufrimiento ¿de qué nos sentimos orgullosos?
  4. Utiliza el sufrimiento que tienes para generar compasión por los demás, al considerar que también sufren igual que tú.

C. La paciencia de practicar el Dharma

Muchas veces nos sentimos frustrados por nuestra incomprensión o nuestra inhabilidad para practicar el Dharma; recuerda que para practicar es necesario tener una gran paciencia.

  1. Todos los Budas y Bodhisattvas han experimentado exactamente la misma frustración; de hecho esta es la razón por la cual ellos señalaron este particular tipo de paciencia. Nuestra experiencia no es única.
  2. Si perseveramos en nuestra práctica, debido al funcionamiento de la ley de la causa y del efecto, nuestras aspiraciones y prácticas virtuosas van a dar frutos.

Cuarto Paramita
La Actitud de Largo Alcance del Esfuerzo Gozoso

El esfuerzo gozoso es una mente que disfruta lo que es virtuoso. Si se practica con la motivación de la Bodhicitta, se llama la perfección del esfuerzo. Es una actitud que no se tiene por separado, sino que es un práctica que debe acompañar a todos nuestros afanes virtuosos.

Para cultivarla debemos contrarrestar tres tipos de pereza:

A. Trabajar para no posponer la práctica y evitar dormir innecesariamente

Imagina una circunstancia en la cual estás muriendo. ¿Dónde estás? ¿Cómo estás muriendo? ¿Cuáles son las reacciones de tus amigos y familiares? ¿Cómo te sientes al ir muriendo? ¿Qué está sucediendo en tu mente?

Pregúntate:

  1. ¿Qué me voy a llevar en el momento de mi muerte?
  2. ¿Cuáles son los hechos de en mi vida que me siento satisfecho?
  3. ¿De qué me arrepiento?
  4. ¿Qué quiero hacer y qué quiero evitar mientras sigo viviendo?
  5. ¿Qué puedo hacer para prepararme para la muerte?
  6. ¿Cuáles son mis prioridades en la vida?

Puede ser my útil imaginar el tipo de muerte que más nos asuste. Una en la cual tenemos miedo, dolor y estamos llenos de remordimiento por el daño que hemos hecho a los demás; o también otra en la que nos arrepentimos, por el tiempo que desperdiciamos en ocupaciones triviales. Debido a que estamos bajo el control de las actitudes perturbadas y el karma, es posible morir de esta forma, si no aprovechamos las ventajas de la preciada vida humana, si continuamos hundiéndonos en la pereza, si posponemos nuestra práctica o si dormimos innecesariamente.

Ahora imagina que estás muriendo, pero piensa en una muerte "buena", en la que aplicas las cinco fuerzas:

  1. La semilla blanca. Regala todas tus cosas con regocijo; perdona a aquellos que necesitas perdonar y pide perdón a aquellos con quienes necesitas disculparte.
  2. Las plegarias de aspiración. Haz la plegaria de los siete miembros con sinceridad; haz ofrendas a tus maestros espirituales y a las Tres Joyas; confiesa los preceptos que has roto y renueva tus preceptos; ofrece todas tus semillas de virtud o méritos positivos y ruega: "Durante la muerte, el estado intermedio y todos mis renacimientos futuros, que nunca esté separado de la práctica de bodihicitta, que siempre sea guiado por maestros espirituales calificados que enseñen o cultiven la bodhicitta, para que tome realmente sobre mí los sufrimientos de los demás y darles mi felicidad".
  3. La destrucción Reconoce que el aferramiento a nosotros mismos, a nuestro cuerpo, a nuestras posesiones, a nuestros amigos y familiares, etc., es la causa por la que circulemos repetitivamente en la existencia cíclica. Por ello, no necesitamos aferrarnos a estas cosas. Determina liberar tu cuerpo, palabra y mente de la influencia de las tres actitudes venenosas y ruega: "Que no renazca en un lugar donde el entrenamiento de la mente y la práctica de la bodhicitta estén ausentes".
  4. La motivación. Genera una fuerte intención de practicar la bodhicitta mientras mueres, durante el estado intermedio y en tus vidas futuras y desarrolla una fuerte intención de obtener, actualizar y desarrollar las cualidades de un Bodhisattva.
  5. El Conocimiento. Descansa en la posición del león en el momento de la muerte y decide: "Cuando llegue el momento, muero". Relájate, no te preocupes acerca de qué va a pasar con tu cuerpo cuando estés muerto; entonces, practica el tomar y el dar. Si la confusión o las visiones terroríficas vienen, medita en el vacío, en el hecho de que están vacías de tales formas de aparición. Recuerda que no hay una persona inherentemente existente que esté muriendo. Déjate ir.

B. Vencer el apego a los asuntos mundanos, a los placeres pasajeros y a las ocupaciones externas

  1. ¿Te mantienes ocupado haciendo cosas que no son muy importantes, desde el punto de vista del Dharma? ¿Estás apegado al éxito mundano?
  2. Elabora algunos ejemplos de cómo creas tus propias ocupaciones externas; determina simplificar tu vida y piensa en algunas modificaciones específicas en tus actividades, para lograrlo.

También es útil reflexionar en las desventajas de la existencia cíclica y considerar que mientras nos mantengamos ocupados en asuntos mundanos, vamos a continuar experimentando estas dificultades:

  1. No tenemos certidumbre, seguridad o estabilidad en nuestras vidas.
  2. Nunca estamos satisfechos con lo que tenemos, con lo que hacemos o con lo que somos.
  3. Morimos repetitivamente, vida tras vida.
  4. Renacemos repetitivamente, sin elección
  5. Cambiamos de estatus; esto es, de ser exaltados somos humillados, repetitivamente.
  6. Aguantamos solos el sufrimiento.

C. Contrarrestando la autodevaluación y el desánimo

La autodevaluación es un de los mayores obstáculos a nuestro desarrollo. Realiza las siguientes reflexiones:

  1. Reflexiona en el hecho que todos los seres, incluyendo a los insectos tiene naturaleza búdica. Si incluso los insectos tienen naturaleza búdica, porqué sentirse desanimado.
  2. No hemos cometido ninguna de las cinco acciones nefandas que oscurecen la mente y hacen difícil la práctica.
  3. Estamos interesados en la práctica espiritual y tenemos confianza en cosas dignas de respeto, como la ética, el amor y la bondad, el camino a la iluminación y el dharma.
  4. Tenemos un grupo de amigos espirituales que nos apoyan y dan valor para nuestra práctica y que actúan como buenos ejemplos para nosotros. Tenemos acceso a una comunidad, el Sangha, de monjas y monjes.
  5. Tenemos las condiciones materiales para practicar, tenemos comida, abrigo, techo, etc.
  6. Hemos conocido y nos hemos encontrado con maestros espirituales calificados que pueden guiarnos en el camino.

Desarrolla un sentido de valentía y regocijo para que puedas comprometerte con los tres tipos de esfuerzo gozoso, es un esfuerzo semejante a la armadura:

  1. Resistir y soportar la incomodidad y el dolor, por el beneficio de los demás.
  2. Hacer todas las acciones con una motivación altruista.
  3. Trabajar por el beneficio de los demás.

Quinto Paramita
La Actitud de Largo Alcance de la Concentración

La concentración es la habilidad de enfocar puntualmente nuestra atención en un objeto constructivo o virtuoso; su función es impedir la distracción. Toda concentración practicada con la motivación de la bodhicitta es la perfección de la estabilidad mental.

Cinco venenos

Examina tu mente y observa cuándo aparecen los cinco venenos que la disuaden de la concentración:

  1. La pereza. Es sentir difícil la meditación, muy dura la disciplina y estar renuente a hacer un esfuerzo.
  2. El olvidar las instrucciones para generar una estabilidad en la meditación y abandonar el objeto de la meditación; esto es, la mente pierde el objeto de la meditación.
  3. El sopor. Es tener falta de claridad y pesadez; la excitación es distraerse con los objetos a los que estás apegado.
  4. No aplicar los antídotos oportunamente cuando la mente pierde la concentración
  5. Aplicar los antídotos cuando no son necesarios.

Ocho antídotos

Aplica uno de los ocho antídotos, cuando surjan los venenos de la meditación:

  1. La confianza. Piensa y recuerda los beneficios de la estabilidad meditativa.
  2. La Aspiración. Desea con fuerza poder practicar la estabilidad meditativa.
  3. El entusiasmo perseverante. Regocíjate y anhela la práctica.
  4. La flexibilidad. Es tener maleabilidad, sentirte a gusto tanto con tu cuerpo, como con tu mente mientras meditas. (Los cuatro anteriores puntos contrarrestan la pereza)
  5. La atención. Es recordar y permanecer en el objeto de meditación. Esto contrarresta olvidar el objeto de meditación.
  6. La alerta introspectiva. Es una forma de contrarrestar la distracción, el sopor o la excitación, mediante el reconocer su presencia. Como darnos cuenta de que nos estamos durmiendo o de que la mente está muy distraída, etc.
  7. Aplicar los antídotos apropiados. Cuando surgen los venenos de la meditación, se debe estar atento para aplicar los antídotos correspondientes.
  8. La ecuanimidad. Es no aplicar los antídotos cuando no son necesarios.

Sexto Paramita
La Actitud de Largo Alcance de la Sabiduría

La sabiduría es la habilidad de analizar lo que es virtuoso y lo que es no virtuoso, así como la habilidad de percibir el vacío; esto es, la falta de existencia inherente de todas las personas y de los fenómenos.

Entender que las personas o los fenómenos tienen un surgimiento dependiente, ayuda a la comprensión del vacío; porque nada existe inherentemente y nada tiene una existencia independiente.

El surgimiento dependiente

Todos los fenómenos dependen de otros para existir. Son dependientes de tres maneras o en tres sentidos:

  1. Todas las cosas que funcionan en nuestro mundo surgen dependiendo de las causas. Escoge un objeto específico y reflexiona acera de todas las causas y las condiciones que contribuyeron a su existencia. Por ejemplo, una casa existe como producto de muchos elementos que no son la casa, éstos existieron antes que ella, tales como, los materiales de construcción, los arquitectos y los albañiles, etc.
  2. Todas las cosas que existen dependen de partes. Disecciona mentalmente una cosa para descubrir las distintas partes que la componen. Cada una de estas partes está a su vez hecha de partes. Por ejemplo: nuestro cuerpo está hecho de múltiples partes, que en sí no son el cuerpo: las extremidades, los órganos, la sangre, etc. y a su vez, cada una de éstas están compuestas de moléculas, átomos, partículas subatómicas, etc.
  3. Todas las cosas existen dependiendo de ser concebidas y de recibir un nombre. Por ejemplo, Tenzin Gyatso es el Dalai Lama, porque su comunidad le ha conferido esta posición y le ha otorgado tal título. Toma un ejemplo propio y analiza esto.