Prefacio del traductor (al inglés)

ÉSTE ES UN MANUAL PRÁCTICO. Enseña la liberación de la mente, no en forma de teoría confusa, sino como una destreza básica que comienza con el aprender a mantener presente la respiración.

Las enseñanzas aquí expuestas tienen su origen en los trabajos de Ajaan Lee Dhammadharo (1906-61), uno de los maestros de meditación budista más renombrados de Tailandia. Ajaan Lee fue un monje de la selva —aquél que prefiere vivir en el aislamiento de la selva y hacer de la meditación el tema central de su práctica— de manera que sus enseñanzas se basan en la experiencia personal, en su experiencia práctica, aunque también era importante para él relacionarlas con los estándares de la doctrina budista.

Este libro está dividido en dos partes. La primera es una guía básica sobre las técnicas de la meditación en la respiración —la especialidad de Ajaan Lee— y revela dos métodos que él mismo desarrolló en momentos diferentes de su carrera. La segunda parte está constituida por extractos escogidos de trece de sus charlas relacionadas con asuntos que tienden a presentarse en el transcurso de la práctica de meditación.

Si deseas comenzar tu práctica de meditación inmediatamente y preocuparte por los detalles después, puedes comenzar a leer desde el Método 2. Familiarízate con los siete pasos básicos hasta que los tengas firmemente grabados en la mente y entonces comienza la práctica. Ten cuidado, especialmente al comienzo, de no llenarte la mente de ideas e información ajenas. De lo contrario podrías desperdiciar demasiado tiempo buscando cosas en tu meditación y no ver lo que realmente está pasando. El resto del libro puede esperar hasta después, para cuando necesites ayuda con un problema en particular o —lo que a menudo es lo mismo— cuando quieras una perspectiva general sobre lo que estás haciendo.

El propósito de este trabajo es sugerir posibilidades: dirigir tu atención a áreas que has pasado por alto, sugerir enfoques que tal vez antes no se te hayan ocurrido. Lo que encuentres es un asunto individual, no trates de forzar las cosas. No te preocupes si tienes experiencias que no están cubiertas en estas páginas. No te decepciones si no tienes las experiencias aquí mencionadas.

Señales e imágenes psíquicas, por ejemplo: algunos las experimentan y otros no. Son un asunto individual, y no son realmente esenciales para la meditación. Si las experimentas, aprende a usarlas sabiamente. Si no, aprende a usar lo que experimentes. Lo importante es que mantengas lo básico presente y estés continuamente observando.

La meditación, como la carpintería, la navegación, o cualquier otra habilidad, tiene una terminología propia que para el principiante puede sonar como un lenguaje en código. Tu primer reto en el uso de este libro será descifrar ese código. Parte de la dificultad radica en que algunos de los términos son literalmente foráneos: de la lengua pāli, lengua en que están escritos los textos budistas más antiguos y que a través de los siglos han adquirido tintes de significados añadidos del tailandés. Aunque este problema es relativamente menor, porque la mayor parte de los términos se explican en el texto. El glosario, al final del libro, contiene las definiciones de aquéllos que no se han explicado, además de información adicional en explicaciones previas.

Un reto mayor es captar el sentido del punto de vista del autor. En la meditación trabajamos con el cuerpo y la mente tal como se experimentan desde el interior. Ajaan Lee practicó la meditación la mayor parte de su vida adulta. Tenía una gran experiencia en observar el cuerpo y la mente desde esta perspectiva, y por ello es natural que la terminología que usa lo refleje.

Por ejemplo, cuando se refiere a la respiración, o a las sensaciones de la respiración, está hablando no solamente del aire que entra y sale de los pulmones, sino también de la manera en que la respiración se siente desde el interior, a través del cuerpo entero. De la misma manera, los “elementos” (dhātu) del cuerpo no son los elementos químicos, sino sensaciones elementales —energía, calor, fluidez, solidez, vacuidad y conciencia— la forma en que el cuerpo se presenta directamente a la conciencia. La única manera de poder familiarizarse con la extrañeza de este tipo de terminología es comenzar a explorar el propio cuerpo y la propia mente desde el interior y comprender el sentido en que los términos se aplican a la propia experiencia. Solamente entonces estos términos cumplirán su verdadero propósito —el ser herramientas que te ayuden a refinar tus sensibilidades interiores— puesto que la verdad de la meditación no está en entender las palabras, sino en dominar las habilidades que llevan a la compresión directa de la conciencia en sí misma.

Se puede comparar este libro con una receta. Si simplemente la lees, no serás capaz de probar ningún sabor o nutrirte de ella —aunque entiendas todos los términos. Si sigues los primeros pasos y la abandonas cuando comienza a ponerse difícil, habrás desperdiciado tu tiempo. Pero si sigues todos los pasos, luego la puedes dejar a un lado y simplemente disfrutar de los resultados de tu propia cocina.

Mi esperanza es que este libro sea de ayuda en tu exploración personal de los beneficios que provienen de mantener presente la respiración.

Ṭhānissaro Bhikkhu (Geoffrey DeGraff)