Disciplínate a ti mismo

Disciplina es tener que hacer algo que no quieres hacer. Cuando éramos animales pequeños la teníamos. Por eso es que ahora somos tan buenos. ¿Recuerdas el muchacho que no tenía disciplina? Los padres le daban todo cuanto quería, y hacía todo lo que quería y jamás hacía lo que no quería. Y ¿cómo le ha ido? Ahora, de seguro es una vaca. La disciplina es buena. La disciplina es lo que hace a los rinocerontes.

Pero, ¿quién nos disciplina ahora? iNadie! Podemos hacer lo que nos plazca, que para la mayoría de los animales significa hacer lo menos posible. Sabes, hay un principio científico llamado "entropía", que enuncia que hay una tendencia descendente de los entes más organizados hacia los entes menos organizados. Jamás hay un aumento de orden salvo que sea por la acción de una fuerza exterior. El principio de la inercia también confirma esto. La inercia es la tendencia que tienen todos los objetos, incluyendo los animales, de permanecer quietos hasta que una fuerza exterior los mueva.

Una pelota no se levanta a sí misma del piso y se lanza a través del aire. De esa misma manera, un animal no saldrá de la cama para lanzarse a la carga, salvo que sea impulsado por alguna fuerza exterior. Esa fuerza exterior es tu propio deseo, tu motivación, tu fe y tu disciplina.

Los rinocerontes tienen éxito porque se auto-disciplinan. Es muy fácil disciplinar a los demás, pero se exige maestría para auto-disciplinarse.

Los animales gordos permanecen gordos porque no se disciplinan. No tienen control sobre sus hábitos de comida. Los que fuman, no dejan de fumar porque no tienen disciplina. No tienen control sobre sus hábitos. Las vacas siguen siendo vacas porque no tienen disciplina. No tienen control alguno sobre esas malas costumbres que las han hecho vacas.

Por lo menos dos veces por año tómate una semana libre y vas y te echas en un pozo de Iodo. No debes hacer nada sino descansar.