Carga contra las oportunidades

¡Espera! ¿Qué es ese olor? Tu gran cuerpo está tenso, listo para saltar a la acción. Lentamente volteas tu cabeza hacia la dirección del olor. Tus ojos vigilan para captar cualquier señal de una oportunidad verdadera. ¡Tus oídos perciben un leve ruido en la maleza! Un olor extraño pasa por tu nariz. Ya está listo para explotar. ¿Será una oportunidad o será un torpedo? Clavas sin pestañear tu mirada hacia adelante. Tu cabeza gira de emoción y los músculos' de tus piernas están tensos con energía.

De repente, ¡la divisas! iEs la oportunidad! También ella te ve y como un disparo ambos arrancan a través de la jungla. Tres toneladas de bufante rinoceronte a todo escape hacia la oportunidad, venciendo cuanto obstáculo se opone en tu camino. Los árboles y la vegetación te hieren la piel pero tú ni siquiera lo sientes. Tienes la oportunidad a la vista y le estás ganando terreno. Es sin lugar a duda una buena oportunidad y la persecución es ardua y prolongada.

Comienzas a cansarte. ¿Te estará evadiendo? "¡Por Dios!", exclamas. "¡Soy un rinoceronte!" Recuperas la respiración y tus ojos rinocerontes se tornan rojo fiero y el vaho de tu aliento se convierte en vapor en el fresco aire mañanero de la jungla. Por la selva, a través de los ríos y las montañas sigues la persecución sin desfallecer un solo momento.

De repente, ¡lo logras! Tu oportunidad se cansó y tú la alcanzaste. La dominas y luego descansas un momento, tus grandes pulmones acezando, tus piernas casi doblegándose, tu piel herida, separada y ensangrentada pero tú te solazas en la emoción de tu victoria.