Respeto

Una mujer estaba poniendo flores sobre la tumba de su esposo cuando vio a un anciano colocando un plato de arroz en la tumba de al lado.

La mujer se dirigió a él en tono de burla y le preguntó:

—¿De verdad cree que su difunto vendrá a comerse ese arroz?

—Sí, claro —respondió el anciano— el mismo día que el suyo venga a oler esas flores.