Un libro para descubrir qué somos, quiénes somos, qué tenemos y cuáles son nuestras posibilidades. Te servirá como inspiración para llegar más lejos y liberarte.
Familia y relaciones familiares, Autobiografía e historia personal, Autoayuda y desarrollo personal, Personalidad e identidad, Desapego y autonomía, Autoconcepto, Ley del espejo, Ley de la Unidad o del Uno
Este libro permite reconocer aquello que es propio y aquello que no hemos desarrollado o no sabemos que existe en nosotros. La autora considera que aquello que rechazamos se relaciona con diferentes rostros que hemos adoptado. El propósito de este libro es permitirnos alcanzar la unicidad.
"Yo soy el único que soy como yo.”
Puesta en boca de la mayoría de las personas, esta frase parece invitarnos a cabalgar por el mundo brumoso de lo particular, donde sólo existe un universo agrupado en torno a un punto –un Yo deformado y forcejeante–, donde reina la dominación, lo inmediato y lo egocéntrico.
Dicha por Virginia Satir, es una invitación profunda y amorosa para buscar una vida plena, liberándonos de los muros que solemos construir por desconocer nuestras posibilidades.
Elevemos nuestro pensamiento por sobre la vida de nuestros raquíticos sentidos para buscar nuestra humanidad perdida y una mayor comunicación con otros hombres y mujeres y lo que nos rodea.
Table of Contents
[ 🔗 ] Introducción
La aventura de descubrir el milagro que hay dentro de ti
Quisiera interesarte en saber qué tienes y cuáles son tus posibilidades. Desearía inspirarte para que veas que puedes llegar más lejos de donde estás ahora. Este libro es una invitación para que vivas una experiencia muy especial contigo mismo, que te abrirá todo tipo de nuevas posibilidades.
Puedo hacerte esta invitación porque perteneces al género humano, y como tal, eres un milagro. Más aún, eres un milagro "único en su género". Cada huella de cada ser humano es diferente. Piensa que, hoy en día, hay cuatro billones de personas en el mundo, más todos los que vivieron antes y los que vivirán en el futuro. Cada uno tiene una huella digital única. No existen duplicados. ¿Cómo puede alguien inventar tantas variaciones? Esto, que en verdad me inquieta, es un hecho indiscutible. Cada uno de nosotros es diferente.
También es verdad que cualquier cirujano que aprende su ciencia en cualquier parte del mundo, puede intervenir con éxito a cualquier ser humano, sin importar qué cultura, raza, nacionalidad, lengua, edad, ocupación, religión o ideología tenga éste, puesto que los corazones, las cabezas y otras partes de la anatomía estarán relativamente, siempre en el mismo lugar. Igualmente, los niños se conciben y nacen de la misma manera. De modo que también somos iguales.
Más aún, considera la maravillosa organización de los sistemas del cuerpo humano. ¿En qué otro pequeño sitio se encuentran televisión, teléfono, cámaras, radio, telégrafo, computadora, máquinas de coser, plomería, calefacción y aire acondicionado, fábricas productoras de todo tipo de productos: sangre, sustancias químicas, tejidos, huesos y sudor? Todo esto tiene lugar en la unidad que es tu cuerpo.
Observa por un momento cómo las personas que te rodean vienen "en diversas envolturas", en todo tipo de colores; hablan diferentes idiomas y cocinan de mil maneras distintas. La gente lleva a cabo actos increíbles que incluyen inexplicablemente hasta la destrucción y la violencia, pero también generosidades sin paralelo que algunas veces requieren el sacrificio de todo, hasta de la vida, por amor y atención a los congéneres. La gente, incluyéndome a mí, es mi fascinación, mi fuente de vida, de placer, de crecimiento, lucha y pena. En gran medida, todos compartimos las emociones y sentimientos, a los que llamo nuestros jugos: enojo, alegría, temor, curiosidad, amor, excitación, desamparo y poder. Lo que desata estos sentimientos en cada uno de nosotros es diferente, pero la capacidad para experimentarlos es la misma.
Tú, como yo, tienes tu propia apariencia, tu propia estatura, color, gestos, sexo, edad, origen, experiencias, pensamientos, sentimientos e inclinaciones. Al mismo tiempo, cada uno es una combinación de lo mismo y lo diferente de cada ser humano. Con algunas personas nos identificamos; por ejemplo, las mujeres con las mujeres, los hombres con los hombres, los artistas con los artistas. A menudo tendemos a quedarnos cerca de lo que nos resulta familiar y a alejarnos de lo ajeno.
Quiero probar esta idea. Creo que perdemos mucha de la riqueza de la vida porque no hemos aprendido la lección de nuestra unicidad. No importa cuan iguales a otros nos sintamos, seguimos siendo diferentes, y viceversa. Si crees, como muchos, que tu parecido con otros sienta tus bases de confianza y seguridad y que tus diferencias son la fuente de tus problemas, entonces estás valiéndote sólo de la mitad de tus recursos. A todos nos gustaría deshacernos de nuestros problemas, pero si piensas que las diferencias provocan los problemas usarás tu energía para eliminarlas. Creo que el parecido es confortable, pero si es lo único que existe, puede traer consigo el aburrimiento. Lo diferente puede ser fuente de dificultades, pero también la clave de experiencias y energía que hacen la vida plena e interesante.
Permítete pensar en términos de todo lo que eres, aquello que te es familiar, aquello que no has desarrollado y aquello que quizá no sabes que existe.
Piensa en cada parte de tu ser como un recurso, sin importar que sea igual o diferente al de otro o que lo consideres bueno o malo. Lo que tengas representa nuevas posibilidades. Este libro trata de explorar esas partes de tu ser y demostrar cómo contribuyen a desarrollar tus potencialidades. A estas partes de tu personalidad las llamo tus diversos rostros.